El pueblo de Lois es uno de los parajes más hermosos de la Montaña Leonesa, aunque por desgracia también descuidado. Menos que otros rincones de la Montaña, pero bastante en relación a su patrimonio y belleza. Huelga decir quem de hallarse en el Pirineo, sería lugar de fama reconocida con hoteles y turistas ansiosos de disfrutar de sus muchos dones. José González Fernández (1873-1961), canónigo y arcipreste de la Catedral de León, natural de Crémenes, describía Lois en los siguientes y evocadores términos:
En uno de los repliegues más laberínticos de la montaña leonesa se esconde un pueblín, de reducido vecindario, pero que conserva las huellas de una grandeza pretérita, no igualada por villas de renombre.
La naturaleza es allí pródiga en bellezas. Cumbres verdes en las que asoman erosiones blancas de las areniscas; picos altísimos de calizas tapizadas de pedrería ubérrima; cresterías caprichosas en las rocas; canalizos pindios, laderas vestidas de césped, arroyos saltarines salpicando con espuma las flores de la orilla; grutas misteriosas en las que las aguas cantan la eterna sinfonía de una vida que busca salir de las tiniebleas para reflejar, como en un espejo, los rayos de sol; cuestas en donde los ribazos sostienen las tierras de pan llevar; prados riquísimos, huertas amenas, hayedos umbríos en donde las cabelleras de los árboles sorben toda la luz solar, que no logra posarse sobre el suelo blando, cubierto de follaje.
Y por si ésto fuera poco, entre el caserío humilde, la exhuberancia de un arte exquisito. Palacios con balconaje de robusta herrería; portadas hermosas, sobre las que campeun escudos nobiliarios de la más rancia estirpe leonesa; fachadas de sillería finamente labrada; casas solariegas de hidalgos y nobles llevaron por las rutas de España u de América los nombres gloriosos de Obispos, de Oidores, Inquisidores y Militares.
Poco queda ya de esta grandeza de Lois. Quedan, como monumentos perennes, como el testimonio religioso y cultural, que el tiempo ingrato no ha podido borrar, la Iglesia y la Cátedra de latín y Humanidades, en donde se formaron hombres que, en las ciencias y en las artes, pregonaron y pregonan los timbres gloriosos de una institución que ha sido el Alma Mater, la "Universidad " de la Montaña.
Su pequeño cuadernillo sobre Lois, que vale la pena leer entero, puede hallarse aquí: http://es.scribd.com/doc/133719671/Lois