martes, 8 de octubre de 2013

El monasterio de Tusinos



En las proximidades de Cuevas de Viñayo, en Carrocera, se encuentra una ruina prácticamente olvidada, desconocida incluso para la mayoría de los habitantes de la zona. Se trata del monasterio cisterciense de Tusinos, situado en un prado junto al arroyo homónimo, en medio de una finca ganadera. Fundación de época bajomedieval, ampliada en la Edad Moderna, quedó arruinada tras la nefanda Desamortización de 1835, siendo objeto de reiterados saqueos.

El resto más sobresaliente es la iglesia del s. XVII, realizada en mampostería con sillares reforzando las esquinas, con una bóveda de cañón única ya hundida y la portada totalmente desaparecida. Junto a ella, hay restos góticos correspondientes a la capilla mayor y algunas estancias adjuntas. En algunas zonas de la iglesia el muro se conserva hasta el mismo arranque de la antigua cubierta. Cuenta además con un amplio recinto rectangular, que delimita las antiguas huertas y dependencias monásticas. La imagen de la Virgen fue trasladada al cercano pueblo de Benllera. Al parecer tuvo un importante retablo de piedra tallada, ya desaparecido.

Aunque está bajo la protección de la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Españoly el Plan Urbanístico del Ayuntamiento de Carrocera, el monasterio está expuesto al vandalismo y los saqueos, y amenazado por los desplomes producto del paso del tiempo y los elementos. Fue prospectado por la Universidad de León en los 80 y por Tierra Arqueos S.L. en 2005, pero jamás ha sido excavado.

Bibliografía: Manuel GÓMEZ MORENO, Catálogo Monumental de España. Provincia de León (1906-1908), Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, Madrid, 1925, p. 560.

lunes, 7 de octubre de 2013

Falso celtismo


El pasado sábado 5 de octubre tuve ocasión de asistir en la Plaza Mayor de León a un lamentable concierto de la banda de gaitas Llariegu, amenizado, para colmo, con el acordeonista proetarra Kepa Junkera, que cerraba el VII Festival Internacional Celta Reino de León.

Además de empezar tarde, el presentador hizo gala de un exagerado acento asturiano, que resultaba artificioso y forzado. Se puede hablar en bable o en español, pero la mezcla deliberada es ridícula. Sin embargo, lo verdaderamente malo fue la propia música. Alegre y populachera, a ratos agradable, el resultado general fue, sin embargo, totalmente decepcionante. Pretende ser música de fusión astur-bretona, y el resultado es un popurrí desalmado y desangelado, que no se sabe ni lo que es. Ni astur ni bretón. Saxofones y gaitas no pegan ni con cola. Un pastiche musical indigesto.

La "música celta" es una invención romántica moderna cuyo origen es la imitación de las pautas irlandesas, escocesas y bretonas por parte de otros folklores. Puro marketing, diseñado para consumidores de tendencia regionalista. Existe la música asturiana y la leonesa. Cada vez más maleadas por el servilismo interesado a una falsa tradición "céltica". Tan difusa es la "música celta" como la tontería esa de la "música latina", pero cala muy fácilmente en la sociedad gracias a su fingido carácter ancestral y exclusivo de la zona. Tan ancestral y exclusivo como el acordeón de Kepa Junkera. Los festivales interceltas son, así, una herramienta muy útil para asentar las deformaciones analfahistóricas y el etnicismo. Y así tenemos un cartel para un festival leonés donde un motivo irlandés se superpone a la Cruz de la Victoria.

El recurso fácil a echar mano del difuso concepto de "lo celta" como hecho diferencial ha tenido gran éxito en los provincianismos disgregadores del norte de España. Cada una de las Autonosuyas ha construido su aparato ideológico, historicista y mitificador para justificar sus prilegios feudales. Asturias no iba a ser menos, y el autonomismo leonés siempre está dispuesto a subirse al carro. Partidos políticos minoritarios de patrioterismo chabacano que buscan crear una identidad nacional inventándose historia y cultura, a fin de recorrer el mismo sendero rupturista de vascos y catalanes. Conceyu Nacionalista Astur, en el caso de Asturias, y Agora País Llionés, en el de León.

Huelga decir que NINGUNA fuente clásica avala la celticidad de los astures. Y que nada tiene de celta el medieval Reino de León. Pero bueno, es muy sintomático del estado de España en general y León en concreto.